Bullying

El termino Bullying fue acuñado en el año 1970 por el Dr.  Dan Olweus, considerado como un pionero en la investigación de la violencia escolar y él primero en usar el  término Bullying  para “determinar toda conducta agresiva, negativa, repetitiva, realizada por un individuo o un grupo contra otro individuo que tiene dificultades para defenderse a sí mismo. Lo que produce un desequilibrio de poder”. Es importante diferenciar el término bullying de otros conceptos como son la agresividad y la violencia.
La agresividad es considerada una conducta común a las especies animales, y entre ellos los humanos. Estudios  etológicos muestran que la agresividad surge cuando el individuo siente que su supervivencia está amenazada, y por lo tanto actúa para asegurar su vida de manera defensiva (Arón, 2008).La violencia  supone la intencionalidad de hacer daño a un otro, y por ende el foco de la conducta violenta no está en la sensación de inseguridad, sino en quién es aquel contra quien se ejerce la violencia. En otras palabras, más que la protección del sí mismo, el foco está en la definición de la relación entre ambos. Desde esta perspectiva, por ejemplo, se plantea que la violencia es utilizada como una forma de establecer jerarquías sociales, y de definir la posición de cada uno en el grupo (García & Madriaza, 2005; Nishina, 2004).Por último se encuentra el abuso, categoría en donde clasifica el bullying, el abuso implica la imposición de uno o más individuos sobre otro u otros en base al poder, en donde se establece una relación de asimetría. Como su nombre lo indica, en el abuso no puede haber equilibrio entre ambas partes, ya que una tiene y ejerce poder sobre la otra, independientemente de la forma en que este poder se exprese.
Para que el bullying se considere como tal deben existir cuatro elementos principales: (a) que se da entre pares; (b) que implica una situación de desequilibrio de poder; (c) que es sostenido en el tiempo y por tanto constituye una relación—no una situación aislada—de abuso; y (d) que la víctima o víctimas no tienen posibilidades de salirse de esta situación.
El hostigamiento tiene que ser permanente en el tiempo y como tal puede utilizar diversos soportes para ejercerse, los cuales, en la mayoría de los casos, suelen entremezclarse:
·         soporte físico (golpes, empujones, robos);
·         soporte verbal (insultos, amenazas);
·         soporte relacional o indirecto (exclusión social, rumores) y,
·         el soporte digital (agresiones vía web, celulares, etc.).

Existen distintas formas o tipos de bullying:
1. Verbal, como insultar, burlarse, poner sobrenombres, ridiculizar, humillar.
2. Físico, como propinar empujones, codazos, golpes, patadas, palizas.
3. Emocional, haciendo chantaje o extorsión para conseguir algo como por ejemplo, dinero.

4. Sexual, aunque es la menos frecuente, hace referencia a comportamientos que implican tocamientos a la víctima sin su consentimiento, realización de gestos obscenos, llegando a demandas de favores sexuales.

Las consecuencias en la víctima del bullying pueden ser tanto físicas como psicológicas y en muchos casos, pueden ser permanentes en el tiempo. Algunas investigaciones refieren desde daño físico como moretones, pérdidas en el patrimonio personal de los estudiantes, hasta severas consecuencias en la salud mental a futuro, como depresiones severas, trastornos de ansiedad y/o estrés post traumático, e incluso el suicidio.

Actualmente en Chile rige  La ley sobre violencia escolar(N° 20.370),promulgada en el año 2011,la cual busca dar freno al fenómeno bullying buscando asegurar la seguridad el estudiante a través de una vigilancia jerárquica por parte de los adultos que trabajan en las escuelas, Dicha ley indica que la educación:
Se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del país (Art. 2°, Ley 20.370).


Como conclusión es necesario precisar la importancia de la familia en este asunto, estudios han rebelado  que los niños que son agredidos provienen de familias sobreprotectoras en contraste con los niños que tienden a ser agresores, quienes provienen de familias donde hay problemas de establecimiento de límites, violencia intrafamiliar y vínculos familiares. La intervención de los adultos es clave, para poder darse cuenta de lo que está pasando, es necesario que pasen más tiempo con sus hijos, compartir con ellos, escuchar y tomar en cuenta sus necesidades, ya que el error común en los adultos es minimizar las necesidades de los niños.
El proceso para erradicar el abuso escolar es un trabajo compartido, donde no solo el agresor y el agredido se ven involucrados, también se ven aludidas las familias de los niños , los amigos de los niños , los docentes a cargo e incluso el estado. Es nuestro deber como adultos tomar en cuenta las necesidades y peticiones de nuestros niños, ya que así seremos capaces de frenar el proceso de violencia que sufren hoy en día las aulas de todo el país, estaremos a tiempo para impedir que los conflictos y los abusos sean tan graves que incluso lleven a un niño a tomar una decisión tan drástica como el suicidio, está en nuestras manos cambiar el futuro de nuestros niños, es solo cuestión de saber escuchar.








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